En ésta ocasión queremos sorprenderte con éste artículo, que va a girar en torno al aceite de albaricoque. Un gran desconocido para el gran mercado, a pesar de sus beneficios y sus múltiples usos y como también trataremos al final, su fácil preparación casera.

 

El aceite del albaricoque

El aceite de albaricoque se fabrica a partir del prensado del hueso de este delicioso fruto. Aproximadamente el 50% de la composición de este hueso es aceite, siendo muy similar al conocido aceite de almendras, teniendo prácticamente las mismas utilidades que éste, siendo muy utilizado en productos farmacéuticos y cosméticos, aunque también puede ser consumido directamente o utilizarlo para aportar sabor a nuestras recetas culinarias.

El aceite del hueso de albaricoque se compone de ácido linoleico y ácido oleico, totalmente libres de grasas saturadas. Aparte nos ofrece un gran contenido de vitaminas A, B, C y  E, beta carotenos, carotenoides y Omega 9.

Su producción industrial se realiza por el prensado en frio de los huesos secos, para después proceder a refinarlo. Al no aplicarle calor a su elaboración conserva todo su valor nutricional. El aceite resultante es de color claro con un sabor muy similar al aceite de almendra o el de nuez.

 

Excelente para la piel

Sus excelentes propiedades para hidratar y suavizar la piel, junto a su fácil absorción no han pasado desapercibidos para la industria de la cosmética. Sus aplicaciones van dirigidas a mantener la flexibilidad y la hidratación de la piel, motivo por el cual suele aplicarse para retrasar su envejecimiento o para pieles sensibles.

Su poder regenerativo es también muy destacado, su uso se aconseja para pieles con manchas producidas por el sol o fatigadas. Es aconsejable utilizarlo como crema de noche, ya que mientras dormimos es cuando más se regenera nuestra piel.

Cuando lo aplicamos sobre la piel, penetra profunda y rápidamente en la misma, sin dejar residuos aceitosos en ella. Al momento de utilizarlo ya podemos apreciar como nuestra piel resplandece debido a las propiedades revitalizantes e hidratantes de este aceite.

Su aplicación es muy recomendada, después de la ducha para conseguir una piel tersa y suave. Cuando la piel se encuentra irritada y para protegerla también después de la depilación.

 

Su aplicación en la piel

No se diferencia de ninguna aplicación de aceite corporal. Como en todos en necesario antes de aplicarlo elevar su temperatura, que se realiza fácilmente frotándolo entre nuestras manos, para después aplicar preferiblemente sobre la piel húmeda.

También lo podemos utilizar como mascarilla regeneradora mezclándolo con arcilla. A la vez que regenera nuestra epidermis hará las funciones de un excelente exfoliante.

 

Ideal para el cabello

Otra particularidad por la que el aceite de albaricoque es tan popular es por sus resultados en los tratamientos para el cabello. Su gran aporte en nutrientes y sus cualidades lo convierte en un gran regenerador de cabellos secos o maltratados por el sol, los tintes, las planchas de pelo, etc.

También ofrece un resultado espectacular cuando es utilizado para alisar el pelo, dándole un gran brillo con un tacto especialmente sedoso.

 

La aplicación en el cabello

Podemos utilizarlo de varios formas, aplicándolo directamente al cabello después del champú (sobre todo en las puntas) o al salir de la ducha , masajeando nuestro cuero cabelludo con él y a continuación envolverlo con una toalla y dejarlo actuar aproximadamente sobre media hora.

 

Aceite de masaje

Sin duda uno de los más populares para su utilización en bases de aceites para masajes, ya que su adsorción produce la relajación de los músculos cansados o doloridos, aliviando la tensión y por consiguiente el dolor en los mismos. Algunos estudios incluso destacan propiedades que ayudan a equilibrar el sistema nervioso.

Estos aceites de masaje suelen tener una textura muy fina que lo hace ideal para masajes en zonas donde la piel es sensible. Y no olvidemos su otro beneficio, ya que a la vez que reduce tus tensiones musculares tu piel quedará hidratada y brillante.

El aceite de albaricoque posee entre muchas de sus cualidades la de ayudar a cicatrizar las heridas además de sus propiedades anti-inflamatorias.

 

Su uso en la cocina

No solamente nos centramos en su aplicación en cosmética, sino que también podemos introducirlo en nuestro recetario de cocina.

Su uso más habitual se da en la preparación de ensaladas y salsas, ya que debido a su sabor suave no va a condicionar el de otros ingredientes. También puede ser usado en frituras o salteados, ya que aguanta muy bien las altas temperaturas.

Su sabor y propiedades son muy similares al aceite de almendras, pero debido a su coste destacadamente más bajo, cada vez está siendo más utilizado en  repostería y en elaboración de condimentos culinarios.

 

Elaborar aceite de albaricoque

 

Como elaborar aceite de albaricoque

No vamos a cerrar este artículo, sin ayudarte a elaborar tu propio aceite de albaricoque. Si bien como decíamos al principio su elaboración industrial está realizada a través de la presión del hueso para obtener su aceite, una técnica para la que habitualmente cualquier interesado en su producción artesanal no contará con la maquinaria necesaria. Pero no te preocupes, a continuación te indicamos una manera diferente de realizarlo de forma fácil y sencilla.

Para esto necesitamos tan solo:

  • 100 gramos de huesos de albaricoques (los cuales hemos dejado secar por un tiempo).
  • 400 gramos de aceite base (puede ser sencillamente aceite de oliva o en caso de querer utilizarlo para su uso cosmético cualquier aceite esencial).

 

– La primera misión es triturar los huesos. Podemos utilizar simplemente un mazo o una túrmix. Lo ideal es que quede los mas fino posible.

– Una vez triturado lo mezclamos con el aceite de oliva.

– A continuación lo envasaremos en un frasco de cristal, donde procederemos a agitarlo bien con el fin de crear una mezcla homogénea.

– El siguiente paso, se basa en la paciencia, ya que tendremos que dejarlo reposar sobre unos 40 días, en este tiempo debemos de moverlo de vez en cuando.

– El último paso sería prensar el aceite obtenido de alguna manera artesanal  para después colarlo, con el fin de retirar los trocitos de hueso residuales.

En este momento nuestro aceite de albaricoque ya estaría listo para ser utilizado.

Que lo disfrutes.