La Finca: Historia y Tradición
Historia de la Finca
Supone para nosotros un orgullo poder decir que nuestra fruta de hueso crece en un entorno con un gran bagaje histórico.
El nombre “La Torre” es consecuencia de las ruinas encontradas de una torre perteneciente a la época almohade (Siglo XII) situada en un punto elevado, que servía de vigía para los transeúntes del llamado “Camino de los valencianos” lo que anteriormente correspondía a la Vía Augusta a su paso por Sax.
Además, el emplazamiento de La Torre fue una villa romana (siglo I) de explotación agrícola, de la que se han encontrado importantes restos arqueológicos, lo que indica que su asentamiento perduró considerablemente en el tiempo.
El hallazgo de monedas y reliquias de diferentes épocas, nos permite entender que ya para las civilizaciones antiguas, las inmediaciones de La Torre supusieron una localización muy importante para la prosperidad de la zona.
Mención aparte merece la casa señorial de la finca, presente en nuestra identidad visual corporativa. Considerada una de las edificaciones emblemáticas de la zona y mandada construir en 1857, su interior alberga un patrimonio artístico y cultural de gran valor.
Conocer la historia que nos ha precedido y teniendo presente que hace 20 siglos ya se realizaba producción agrícola en el lugar donde estamos, nos hace si cabe buscar un mayor grado de excelencia.
Las mejores condiciones para nuestros cultivos
SUELO
Nuestra finca cuenta con un excelente suelo, con una textura ligera, franco arenoso, que determina su magnífica productividad.
CLIMA
Aliado para conseguir nuestro excelente fruto, inviernos fríos, veranos calurosos, de noches frescas y primaveras templadas.
ALTURA
Nuestra finca se encuentra elevada a 570 metros sobre el nivel del mar, ofrece la altura ideal para los cultivos de cereza y albaricoque.
AGUA
Una zona de acuíferos, con aguas de facies claramente bicarbonatada cálcica, que presentan una excelente calidad química para los cultivos.