A lo largo de este blog, hemos hablado de los beneficios del consumo de albaricoques, una fruta que tendría que formar parte de nuestra dieta durante todo el año. El problema es que su temporada es muy corta y no disponemos de su presencia en el mercado durante todo el año.

Hoy te traemos una forma de conservarlos, que te permitirá disfrutar de ellos todo el año. Nos referimos a los orejones de albaricoque. Que no es ni más ni menos que proceder a su desecación para consumirlos de esta forma de múltiples maneras.

 

Orejones de albaricoque

Como decíamos los orejones de albaricoque no son otra cosa que trozos de albaricoques desecados o deshidratados. A través de un proceso muy sencillo se les extrae el abundante agua de la que disponen, de esta forma impedimos que los gérmenes y bacterias puedan alimentarse de la misma para reproducirse.

Para conseguir los orejones de albaricoque podemos secarlos directamente al sol o utilizar un horno para acelerar el proceso.

De cualquiera de las maneras antes de proceder a secarlos lo primero que tenemos que hacer es proceder a pelarlos. Si los sumergimos alternativamente entre agua caliente y fría conseguiremos retirarles la piel con mucha facilidad.

A continuación procederemos a partirlos por la mitad y deshuesarlos. Posteriormente los troceamos con la forma que creamos más idónea.

 

Secado al sol de los albaricoques

Este proceso puede llegar a durar de seis a ocho días, pero solo es recomendable llevarlo a cabo en climas secos, ya que la humedad no favorece este secado. Es tan sencillo como repartirlos en una bandeja cubierta por un film de papel vegetal, dejando espacio suficiente entre ellos.

Esta bandeja la dejamos  a la intemperie intentando exponerlos a la acción directa del sol el mayor tiempo posible.

 

Desecación en horno de los albaricoques

Con la ayuda de un horno vamos a acelerar la desecación de los albaricoques. Tendremos que prepararlos en una bandeja igual que si los secáramos al sol para después proceder a introducirlos en el horno.

El tiempo estimado para este proceso puede llegar a ser de 12 horas, dependiendo del tamaño de los albaricoques. Tenemos que tratar de evaporar su agua de forma muy lenta y progresiva, precalentamos el horno a unos 45º y los introducimos en el mismo. A lo largo del proceso vamos aumentando la temperatura, pero nunca por encima de los 90ª con los que terminaremos el proceso.

Sabremos que están listos cuando notemos que se han curtido pero que siguen siendo suaves al tacto.

Existen deshidratadores (utilizados por los profesionales) que consiguen un resultado óptimo, si bien el proceso es prácticamente el mismo.

 

Conservar los orejones de albaricoques

Una vez que hemos terminado el proceso de desecación lo único que tenemos que hacer es dejarlos enfriar y proceder a su envasado. Para ello utilizaremos botes de cristal bien cerrados.

Si estos tarros de cristal los almacenamos en sitios frescos y con poca luz, los orejones se mantendrán en un estado óptimo durante muchos meses.

 

Beneficios de los orejones de albaricoques

 

Beneficios de los orejones de albaricoques

Al secar los albaricoques procedemos a eliminar su contenido de agua. Pero en ninguna manera reducimos su valor nutritivo. Su desecación produce a la vez una concentración de nutrientes y un aumento de los hidratos de carbono simples.

Como resultado se obtienen aún más beneficios de los albaricoques secos. Ya que nos ofrecen un gran aporte en Calcio, Potasio, Fósforo, Vitamina A, Hierro y Vitamina C. Una porción de albaricoques secos contiene 158 microgramos de Vitamina A.

Estos orejones de albaricoque aportan muchos nutrientes que son necesarios para un cuerpo sano además de combatir muchas enfermedades.

 

Hierro contra la anemia

Los albaricoques secos son una muy buena fuente de hierro que es útil para combatir la anemia. Su consumo periódico ayuda en la producción de hemoglobina que combate la anemia.

 

Ayuda para la digestión

Los albaricoques secos consumidos antes de una comida favorecen la digestión, ya que contienen álcali que neutraliza los ácidos.

 

Evitan el estreñimiento

Los albaricoques deshidratados contienen celulosa. La celulosa actúa como una fibra insoluble y la pectina mantiene los niveles de agua en el cuerpo durante el estreñimiento.

 

Mejora la circulación de la sangre

Los albaricoques secos proporcionan una gran fuente de potasio, fundamental para nuestros ciclos vitales.

Además el potasio tiene propiedades de retención de agua, lo que reduce la presión del volumen de sangre. El potasio en los albaricoques secos también protege contra la enfermedad cardíaca. Al actuar sobre una mejor circulación de la sangre beneficia la función muscular a la vez que regula los latidos del corazón.

 

Vitamina A para una buena visión

Los orejones de albaricoques son una gran fuente de vitamina A. La vitamina A es un poderoso antioxidante que ayuda a eliminar los radicales libres y mantener la salud de las células y los tejidos. Esta aportación de vitamina A reduce el riesgo de desarrollar cataratas.

 

Rico en Vitamina B3

La vitamina B3 o niacina interviene en múltiples fases del metabolismo. A la vez que nos permite una mejor asimilación y aprovechamiento de los hidratos de carbono, ácidos grasos y aminoácidos entre otras sustancias.

 

 

Como puedes ver el albaricoque desecado nos permitirá disfrutar de esta deliciosa fruta durante todo el año, sin perder sus propiedades ni dulzor, a la vez que nos ofrecerá un beneficio real para nuestra salud.